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Carta de agradecimiento a la Fundación de una alumna de Orvalle.

Esta es una carta escrita por una alumna de Orvalle que ha tenido la oportunidad de obtener una beca de la Fundación Orvalle gracias al fondo Pro becas

Querido Orvalle:

Escribo esta carta, ya como antigua alumna, para agradecer en unas breves líneas todo lo vivido durante estos años en el colegio. Todo empezó hace 15 años cuando una niña pequeña entró llorando el primer día de clase sin querer separarse de su madre y sin saber, que lo que le esperaba sería una de las etapas más importantes de su vida. Ahora esa niña, convertida en una mujer, se despide de su colegio, también con lágrimas, para empezar otra etapa nueva con una absoluta tranquilidad y seguridad gracias a todo lo aprendido en Orvalle.

Todo esto ha sido posible gracias a la confianza que el colegio depositaba en mí cada año al concederme la beca, sin la cual, no hubiese podido continuar con mis estudios aquí. Es por eso por lo que mi agradecimiento es mayor, porque Orvalle me ha dado la oportunidad de formarme de la mejor manera posible. En estas paredes he reído, he llorado, he hecho amistades que me acompañarán toda la vida, he descubierto mis pasiones, mis ilusiones, mis debilidades, mis fortalezas, he aprendido a caer y a levantarme de nuevo, he aprendido a no rendirme, a trabajar en equipo, a ayudar a los demás… aquí es donde he adquirido las bases que han configurado la persona que soy ahora mismo.

Por ello, no quiero irme de Orvalle sin dar las gracias a todas las personas que han hecho posible esto. En primer lugar, quisiera agradecer a las cocineras la paciencia y el cariño que nos demostraban cada día en el comedor, y especialmente, el esfuerzo que hacían para preparar la comida sin gluten lo más rica posible. También a las señoras de la limpieza que siempre arreglaban todos nuestros desastres y se hacían cargo de mantener el colegio y las clases limpias y ordenadas aunque muchas veces fuera difícil.

Quiero hacer un agradecimiento especial a todas las profesoras ya que son uno de los pilares más importantes del colegio. Desde el primer día, ellas han estado siempre ahí acompañándome en todo momento y exigiéndome para que diera lo mejor de mí misma. Recuerdo con mucho cariño a todas las profesoras de infantil y de primaria que estuvieron en momentos tan importantes como mi primera comunión y con las que comencé a saber en que mujer quería convertirme. Más adelante, mis profesoras siguieron formándome hasta llegar a bachillerato donde se convirtieron en la mayor ayuda posible y me dieron el impulso necesario para poder terminar el colegio y empezar la universidad sin ningún miedo. Agradezco especialmente al departamento de lengua del colegio que durante todos los años ha ocupado un gran lugar en mi educación ya que con él descubrí la pasión por la lectura, lo que me ha beneficiado enormemente siempre. Me encantaría poder agradecer individualmente a todas las profesoras que han incidido tanto en mí personalmente, pero son tantas, que no me caben en esta carta.

Sin duda, la figura que más me ha ayudado en esta etapa es mi preceptora y por ello quiero dar las gracias a Ana Lozano, mi primera preceptora, que me enseñó las bases de lo que era más importante en mi vida y a Inma Villalobos que me acompañó hasta el final, ayudándome y apoyándome en todo momento. No solo me ayudó a seguir adelante, sino que me enseñó a conocerme a mí misma y a los demás.  La figura de la preceptora es uno de los privilegios más grandes que he tenido en este colegio ya que es la persona a la que acudía ante cualquier problema y es la que siempre me ha ayudado a crecer humana y espiritualmente.

Por último, quiero dar las gracias con mucho cariño, a los sacerdotes del colegio ya que no todo el mundo tiene la suerte de contar con personas tan buenas como ellos. Su apoyo es una de las cosas más importantes que he recibido en Orvalle y la cercanía y el cariño que muestra capellanía siempre, es lo que más voy a echar de menos de aquí.

Mi agradecimiento también es para dirección, secretaría, administración… y todas las personas que trabajan en la sombra de las que muchas veces nos olvidamos pero que también forman parte de la gran familia que es orvalle.

En conclusión, solo quiero dar las gracias por esta oportunidad que me ha dado Orvalle que ahora me permite salir al mundo para cumplir mi vocación de ser médico.

Orvalle ha sido y siempre será una parte muy grande de mi vida. Dentro de unos años miraré atrás y podré afirmar que este fue el inicio del camino que emprendo ahora, que Orvalle fue el que me otorgó las armas para enfrentarme al mundo. Por eso no me despido con un adiós, porque sé que nunca podré olvidarme de este lugar, me despido con un gracias y hasta siempre.

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